Argentino Oeste de San Nicolás cerró su participación en la Copa Federación con una derrota por 2-1 en su visita a Juventud de Pergamino. El equipo de la estación, conformado por una mezcla de jóvenes promesas y jugadores históricos que supieron conquistar títulos, dejó una imagen digna ante un rival exigente que se llevó la victoria con lo justo en un partido parejo.
Sin embargo, más allá del resultado deportivo, lo más lamentable de la jornada fueron los graves incidentes protagonizados por la parcialidad local. Ante la escasa presencia de hinchas nicoleños, algunos simpatizantes de Juventud atacaron con piedras el micro que transportaba a los jugadores de Argentino Oeste, un acto violento que continuó durante el encuentro y que obligó a la suspensión temporaria del partido.
Este tipo de hechos empañan la competencia y atentan contra los valores de respeto y deportividad que deben primar en el fútbol. Más aún, cuando en el vehículo viajaban no solo los futbolistas, sino también sus familias, incluidos niños pequeños. Desde nuestra redacción, consideramos que Juventud debería ser sancionado con la descalificación del torneo, ya que estos actos de cobardía no pueden quedar impunes.
Una vez más, la violencia se convierte en la protagonista de una historia en la que el fútbol debería ser el único espectáculo. Es momento de que las autoridades tomen medidas firmes para erradicar estas actitudes que manchan el deporte.