La situación en la planta de Ternium San Nicolás alcanzó un escenario límite luego de que en las últimas horas se realizara la última colada en el alto horno, anticipando su inminente apagado. La decisión se da en el marco del conflicto que la empresa mantiene con los trabajadores tercerizados, quienes reclaman una recomposición salarial desde hace más de catorce días.
Según trascendió, ya se contabilizan más de 250 despidos y se espera que la cifra continúe en aumento en los próximos días. El panorama es incierto para miles de familias que dependen de la actividad siderúrgica, mientras la empresa analiza dejar de producir acero primario y sostener únicamente la línea de laminado. De concretarse esta medida, el impacto en la región sería devastador.
Desde la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) San Nicolás, conducida por Naldo Brunelli, remarcaron que no darán un paso atrás y que seguirán priorizando la defensa de un salario digno para los trabajadores. En ese marco, anunciaron una movilización masiva para el próximo jueves 3 de septiembre, con el objetivo de redoblar la presión sobre la compañía.
Por su parte, la empresa mantiene paralizadas las negociaciones y no ha presentado nuevas propuestas, lo que profundiza la tensión. En este escenario, las expectativas se centran en si la protesta del gremio logra destrabar un conflicto que ya se encuentra en su punto de mayor tensión.
El apagado del alto horno no solo marcará un hecho histórico en la producción siderúrgica local, sino que también se convertirá en un símbolo de la crisis que atraviesa el sector, donde la pulseada entre empresa y trabajadores definirá el futuro laboral de una parte importante de la comunidad nicoleña.