Un conflicto entre el propietario del bar “A Toda Costa” y el dueño del terreno donde está ubicado escaló en incidentes de violencia, destrozos y amenazas en la ciudad de San Nicolás.
El bar fue construido en el terreno propiedad de un conocido parapentista de la ciudad y heredero de la emblemática Casa Barco. Este último decidió no renovarle el contrato de alquiler al propietario del bar, quien con mucho esfuerzo levantó los cimientos del establecimiento.
El conflicto alcanzó su punto crítico cuando el propietario del terreno, que vive en la emblemática Casa Barco lindera al bar, decidió persuadir al dueño del bar, derribando con una maza la pared medianera y exigiéndole que se fuera. Ante esta acción, el dueño del bar decidió demoler el establecimiento argumentando que él levantó las paredes y no las dejaría en manos de nadie más.
En respuesta, el propietario de la Casa Barco decidió cercar el terreno y tomar posesión del bar, quedándose con todo lo que quedaba en su interior. Esto llevó a que el propietario del bar presentara una denuncia penal por amenazas, alegando también amenazas de muerte.