Alejandro Molina, un joven que ha sido protagonista de diversos videos en los que se le ve exhibiendo sus partes íntimas en público, sigue siendo objeto de hostigamiento. Sin embargo, la verdadera raíz del problema es que Alejandro padece un retraso madurativo y necesita tratamiento psiquiátrico, pero nadie lo ayuda.
A diario, Alejandro deambula por la ciudad pidiendo limosna para poder comer. Es conocido en la zona de los bares, pero lamentablemente nadie lo ayuda con su enfermedad. En lugar de recibir la asistencia que necesita, es usado para difamación, lo que agrava su situación.
La policía, que ya lo conoce, ha dejado de arrestarlo, pero tampoco tiene los recursos necesarios para ayudarlo. La falta de un sistema de apoyo adecuado para personas como Alejandro pone de manifiesto la necesidad urgente de una intervención integral por parte de las autoridades y la comunidad para brindar el tratamiento y el apoyo necesarios a quienes más lo necesitan.