El conflicto gremial en la planta de Ternium se profundizó en las últimas horas y la situación genera gran preocupación entre los trabajadores. Este lunes, cientos de empleados contratados no pudieron ingresar a la planta, mientras la empresa amenaza con cerrar la mitad de sus instalaciones, lo que pondría en riesgo directo miles de puestos de trabajo.
Según trascendió, Ternium evalúa dejar de producir acero en la Argentina debido a que la importación está golpeando fuertemente a la industria nacional. En ese escenario, la compañía mantendría en funcionamiento únicamente el sector de laminación, mientras analiza la posibilidad de comprar acero en el exterior para continuar con parte de sus procesos productivos.
La Unión Obrera Metalúrgica (UOM), encabezada por su secretario general Naldo Brunelli, se mantiene firme en la negociación y reclama un aumento salarial cercano al 50%. Desde el gremio sostienen que la unidad de los trabajadores es clave para enfrentar el conflicto, al tiempo que buscan que los empleados directos acompañen la medida de fuerza iniciada por los contratados.
La tensión crece entre los operarios, que temen por el futuro de sus empleos ante las versiones de recortes en la producción. Mientras tanto, la incertidumbre se extiende en la ciudad y en toda la cadena de valor que depende de la actividad de Ternium, una de las principales industrias siderúrgicas del país.
Mañana se presenta como un día clave para la continuidad del conflicto, que sigue escalando y amenaza con tener consecuencias profundas en el plano económico y social. El desenlace de la negociación será determinante para definir el rumbo de la empresa y la situación de cientos de familias que dependen de la actividad.
