En la madrugada del día de hoy, un conductor fue detenido en un control de alcoholemia realizado en la calle Belgrano y Urquiza. Los inspectores de tránsito detectaron que el conductor circulaba con una alcoholemia tres veces por encima del límite permitido.
Ante la orden de secuestrar su vehículo, el conductor se negó y se volvió hostil, por lo que tuvo que intervenir la policía para controlar la situación. En el interior del automóvil se encontraba su familia, y debido al momento de tensión, una unidad del SAME tuvo que asistir a la hija del conductor, quien se descompensó.
Este incidente resalta la importancia de respetar las normas de tránsito y no conducir bajo los efectos del alcohol. La actitud del conductor puso en riesgo su vida, la de su familia y la de terceros.