En el corazón de la ciudad de San Nicolás, un geriátrico que se promocionaba como VIP resultó ser un lugar de horror y abandono. Conocido como Geriátrico Doris, este establecimiento carecía de habilitación y estaba siendo usurpado durante cuatro años. Además, su gerenciador se encuentra preso por robo desde hacía dos años.
El calvario vivido por los residentes en este lugar era inhumano. Tras un incendio que arrasó con el segundo piso del edificio, se descubrió una serie de irregularidades que envolvían al Geriátrico Doris, ubicado en Guardia Nacionales 131. El lugar estaba en condiciones deplorables, con camas sucias con excremento humano, pañales desechables por todas partes y comida en estado de descomposición. La conexión de gas era clandestina, creando un peligro latente para los residentes y el personal.
El incendio, que obligó a la evacuación de alrededor de 17 abuelitos que residían en el lugar, reveló la negligencia y el abandono en el que se encontraban. Los propios familiares de los residentes admitieron no tener conocimiento del calvario que vivían sus seres queridos dentro de esas paredes.
Este trágico suceso pone de manifiesto la importancia de regular y supervisar adecuadamente los establecimientos de atención a personas mayores, garantizando que cumplan con los estándares mínimos de calidad y seguridad.
