Doce de Octubre sufrió una contundente derrota por 4-0 frente a Juventud de Pergamino, en un partido que dejó al descubierto las falencias del equipo nicoleño en todas sus líneas. El plantel, compuesto mayoritariamente por jóvenes talentos de la región, está lejos de la calidad que supo mostrar en otras temporadas. Aunque su presidente trabaja constantemente para impulsar a estos jugadores hacia clubes de mayor renombre, el equipo actual no logra alcanzar el nivel competitivo esperado.
Desde el inicio del encuentro, Juventud de Pergamino marcó la diferencia, mostrándose como un equipo de otra categoría. Apenas iniciado el partido, Brando Carpio abrió el marcador, y a partir de allí el dominio fue total. Manuel Atondo brilló con un triplete, sellando una victoria aplastante para el equipo pergaminense, que ahora se consolida como líder indiscutido de la zona con puntaje perfecto tras dos fechas.
Por su parte, Doce de Octubre se mostró desconectado y sin corazón en el juego. El gol tempranero pareció afectar su confianza y nunca logró recomponerse. La táctica del técnico local, Figueredo, volvió a estar en el centro de las críticas. Figueredo, un entrenador polémico y con cierta protección de los sectores más influyentes, no pudo encontrar respuestas en el armado del equipo, que mostró líneas desorganizadas y una defensa frágil. A pesar de haber tenido un buen desempeño en la primera fecha, esta presentación dejó más dudas que certezas sobre el futuro del conjunto nicoleño.
El desafío para Doce de Octubre será grande. Su próximo partido de local frente a Juventud Obrera de Manuel Ocampo se presenta como una oportunidad para cambiar la imagen dejada en esta fecha. Aunque Juventud Obrera no fue considerado un rival fuerte, demostró ante Argentino Oeste que puede ser competitivo.
Doce de Octubre deberá ajustar sus líneas, encontrar un mayor compromiso en sus jugadores y replantear su estrategia si quiere prevalecer en la Copa Federacion y no quedarse rezagado frente a equipos que están marcando claras diferencias.
