María Isabel Mancini nació y creció en barrio Obrero como un designio del destino. Fue a la escuela N° 16 y mientras estudiaba y se casaba a los 17 años, trabajó como empleada doméstica al igual que lo hizo su madre durante toda su vida. Corría el año 1987 y las changas que hacia el padre de sus hijos y su trabajo precarizado como empelada domestica, no les alcanzaba para llevar adelante una familia con tres hijos, los días que María no trabajaba, salía a juntos a juntar cartón:
Volvíamos con la basura a casa, separábamos el material y con el armazón de una heladera, enfadábamos el cartón con alambres, era un trabajo duro, pero digno.
Mientras el televisor anuncia la privatización de Agua y Energía Eléctrica argentina en 1993, junto a los problemas económicos y las diferencias a la hora de concebir el destino de la familia, la pareja se fue desgastando y finalmente se separan. María quedó sola junto a los tres hijos en barrio Los Pinos, donde vive hasta hoy.
Habían trascurridos los primeros meses del año 1994, cuando a través de una amiga que trabajaba en la fábrica Fenicsa, logro entrar a trabajar en una empresa de limpieza. Ni bien transcurrían los días, los meses y las horas dentro de la fábrica, un extraño impuso comenzó a sacudirle el cuerpo; cada vez que presenciaba una injustica por parte de los jefes a sus compañeros. Pero no fue hasta el día que intervino ante la patronal para defender a un compañero, cuando comprendió que otra María Isabel Mancini nacía dentro de ellas, pero sin dejar de ser la misma
No reclamaba para mí, pero si veía que algo estaba mal lo hablaba, mis compañeros me venían a buscar para hacer algún reclamo y yo iba.
Hasta que llegado el año 2007 los propios compañeros la proponen como Delegada de la Unión Obrera Metalúrgica. Transcurrido unos años, pasa a trabajar dentro de Planta en Ternium dentro de la misma empresa de limpieza. Y si una delegada o delegado de un sindicato se mide por los “porotos conseguidos”, María tiene para cantar falta envido:
Querían despedir gente y me metí a una reunión de jefatura, previo a una charla con mis compañeros, exigimos que bajen las horas de trabajo pero que no expulsen a nadie, así fue que trabajábamos 6 horas pero nadie se quedó sin trabajo.
Cumplió 11 años como Delegada y fue convocada para formar parte de UOM Seccional San Nicolás, primero como Directora Suplente y hoy como Directora Titular, Secretaría de Acta y Correspondencia, en el año 2022 fue elegida junto a cuatro mujeres de para formar parte de la Subsecretaria de Género y Diversidad de UOM nacional.
Tras viajar a Guatemala a una Convención de Sindicatos, volvió con la propuesta de capacitar mujeres para que trabajen en grúas y yale, hoy varias trabajan en ambos rubros dentro de fábricas y en el Puerto, como Secretaria de Derechos Humanos de UOM Seccional San Nicolás, impulsó la reparación del Legajo del trabajador Desaparecido Aníbal “Vaca” Corelli y la colocación de una placa en su memoria en el Sindicato. Dice que ha aprendido mucho junto a Carlos “Tarucha” Gómes y a Naldo Brunelli, asegura que es una mujer común y normal que le han pasado cosas que le han enseñado, que por ahí se pone “como un volcán” porque le duelen las causas ajenas, pero sus voz ronca de mujer que salió a delante entre golpe y golpe, se afina ante una pregunta al momento de responder: